Dicen que la confianza es la más difícil de tener estable
porque unas veces sube y otras baja, nunca se mantiene estable ni tampoco hace el
esfuerzo de quedarse ahí por eso mismo la perdemos y la recuperamos con
pequeños detalles, gestos o momentos que nos da la vida.
Pero lo que no dicen es que hay que valorar esos momentos de
bajada de confianza para cuando vuelves a caer saber que si una vez caíste y te
levantaste puedes hacerlo más veces.